La formación de humus es un pilar clave en los esfuerzos de HiPP para proteger nuestro clima y compensar las inevitables emisiones de carbono.

Cada puñado de tierra es una pequeña maravilla para nuestro clima. ¿Por qué? Porque los millones y millones de microorganismos que viven en suelo sano convierten los residuos vegetales en valioso humus que se une al carbono. Utilizamos este principio en nuestros proyectos locales de protección del clima, así como en algunos de nuestros proyectos mundiales de protección del clima. Por ejemplo, convertimos el estiércol del ganado que se genera en nuestras granjas HiPP en un valioso compost. Compartimos la experiencia en formación de humus que hemos ganado a lo largo de los años con nuestros proveedores de materias primas en todo el mundo. De esta manera, también pueden implementar medidas a lo largo de la cadena de valor de HiPP para proteger nuestro clima. Porque la preservación de la naturaleza local también conduce a la protección del clima global.

El compromiso de larga duración de HiPP para preservar la biodiversidad también beneficia a nuestro clima: cuanto más intacta está la naturaleza, más carbono puede almacenar.