Preste especial atención a lo que come su hijo pequeño. En la primera infancia, se sientan las bases para unos hábitos alimenticios saludables a largo plazo que pueden permanecer durante toda la vida.
Aproveche la ocasión para comprobar sus propios hábitos alimenticios y cambiarlos si fuera necesario. Los padres son importantes modelos para su hijo a la hora de seleccionar los alimentos y los hábitos alimenticios. Intente comer siempre con su hijo: toda la familia debería reunirse en la mesa al menos una vez al día. Los niños necesitan compañía mientras comen y buenos modelos.
Lo ideal es que le ofrezca a su hijo una gran variedad de alimentos saludables. Una dieta variada con ingredientes sanos garantiza una ingesta equilibrada de nutrientes. Aunque el niño rechace algunos platos al principio, es importante volver a ofrecerlos tranquilamente. Resulta práctico colocar todos los platos de una comida en la mesa y dejar que su hijo elija. La regla es que debe comer algo de lo que hay en la mesa, pero puede elegir qué. Los niños necesitan hasta 10 ‘intentos’ antes de aceptar un nuevo plato y comérselo contentos. Su hijo se habrá ganado entonces un elogio.