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Semanas del embarazo:

Semana 18 del embarazo: El primer acelerón en el crecimiento de tu bebé

Tamaño de tu bebé en la semana 18

Tu bebé mide ahora entre 12,5 y 14 cm, tan alargado como una vaina de judías. Ya tiene las mismas dimensiones que la placenta, que le suministra todo lo que necesita. Pesa unos 145 gramos, y ahora es cuando su desarrollo se acelera realmente, puesto que necesita aumentar de tamaño y de peso antes de nacer.

En esta semana 18, tanto la placenta como el cordón umbilical se han adaptado para poder satisfacer la creciente demanda de nutrientes de tu bebé durante esta fase de rápido crecimiento. El cordón umbilical es ahora más largo, más grueso y más robusto, lo que resulta de gran importancia para garantizar un mayor flujo sanguíneo y para resistir al bebé jugando con él y utilizándolo para practicar el agarre. Es como su primer juguete, que se le ha dado antes de nacer.

El desarrollo de tu bebé

En la semana 18, el cuerpo de tu bebé ya se va acercando cada vez más a las proporciones que tendrá al nacer. Sus extremidades (brazos y piernas) están creciendo ahora extremadamente rápido, y los primeros pelos empiezan a brotar de su cabecita.

La sangre de tu bebé fluye a través del cordón umbilical hasta la placenta, donde se enriquece con el oxígeno y los nutrientes que necesita antes de regresar a su cuerpo a través del cordón umbilical. Aunque los torrentes sanguíneos de ambos están estrechamente interrelacionados, en realidad no se mezclan. Esto se debe a que la placenta actúa como barrera o filtro, protegiendo a tu bebé de posibles sustancias dañinas.

A partir de la semana 18, podrás ver cómo late el corazoncito de tu bebé en una ecografía, y tu médico podrá detectar cualquier posible anomalía. Si tú o algún miembro de la familia habéis tenido problemas cardíacos en el pasado y sentís cierta inseguridad, habla con tu médico o matrona sobre ello.

¿Cómo se siente la futura mamá en la semana 18?

En la semana 18, estarás pletórica. Querrás crear un hogar seguro y cómodo para tu futura familia, y tu creatividad fluye sin parar.

Aunque estés haciendo todos estos planes y llevando a cabo algunos de ellos, no te precipites, todavía falta mucho tiempo antes de que llegue el bebé.

Ahora debes evitar levantar objetos pesados, como pueden serlo los muebles para bebés, y no debes estar de pie durante mucho tiempo seguido. Una cosa que puedes hacer para evitar las varices (venas varicosas) y ayudar a tus piernas es descansar frecuentemente y sentarte o acostarte con las piernas en una posición elevada.

También es posible que hayas notado que tu centro de gravedad ha cambiado a medida que te ha salido la tripa. Practica a mantener el equilibrio estando de pie y alternando tu peso primero sobre un pie y luego sobre el otro.

Si este es tu segundo hijo, tendrás la suerte de poder sentir que ya se mueve, y en las próximas semanas sentirás sus movimientos aún más. Si este es tu primer hijo, probablemente tendrás que esperar un poco más.

Señales y síntomas comunes

Tensión arterial poco fiable 

Puedes sentirte mareada de vez en cuando. Esto se debe a que tu cuerpo está teniendo que trabajar muy duro para transportar más sangre por todo tu cuerpo a través de los vasos sanguíneos. Tienes la tensión arterial un poco más baja de lo normal y puede caer rápidamente por unos momentos si realizas un esfuerzo demasiado grande, y eso puede hacer que te sientas débil. Si esto sucede, siéntate o acuéstate con las piernas en una posición elevada. Tu cuerpo no tardará mucho en reajustarse y pronto te sentirás mejor.

Puedes acudir a tu médico o matrona para que te realice un seguimiento y comprobar si tu tensión arterial se mantiene constantemente demasiado baja. En casi todos los casos, la tensión arterial baja se puede corregir con una terapia conservadora para adaptarse a los ritmos de la vida diaria durante el embarazo. Tensionar y relajar los músculos de la pierna, también conocido como «entrenar las venas», puede ayudar con la tensión arterial baja y las venas varicosas.

El consejo de la matrona

La cafeína o teína en pequeñas cantidades puede ser beneficiosa. Puedes beber dos tazas de café o té negro/verde al día sin sentirte culpable». Dorothee Kutz, matrona

Cuando tu estómago se rebela

Tu estómago produce y segrega grandes cantidades de ácido gástrico durante el embarazo, lo que a menudo puede causar ardor de estómago. Si te pasa, trata de sentarse recta y comer más despacio, y evita los alimentos ácidos tanto como sea posible. Dos maneras de aliviar estos ardores son masticar pan o almendras y aumentar la cantidad de patatas y de avena que comes (la avena se digiere mejor cuando se cocina, por ejemplo en forma de gachas).

Cansancio frecuente 

Es completamente normal sentirse cansada más a menudo (después de todo, están sucediendo muchas cosas dentro de ti), ya que durante el embarazo se necesita consumir muchos oligoelementos minerales que no siempre es fácil obtener. Por lo tanto, te recomendamos que aumentes la ingesta de hierro, ya que el hierro se une al oxígeno en la sangre y os ayuda a ti y a tu bebé a obtener el oxígeno que necesitáis. Procura encontrar alimentos y bebidas que contengan mucho hierro, como por ejemplo un zumo suave de frutos rojos.

Tu cuerpo se siente diferente

Mientras observas emocionada cómo va creciendo tu bebé, notarás que tu cuerpo empieza a sentirse diferente. Caminar supondrá un esfuerzo mayor, sentirás las piernas pesadas y necesitarás más descansos que antes. Esto es completamente normal. 

Es posible que también te resulte más difícil dormir, sobre todo si estás más acostumbrada a dormir boca arriba, ya que ahora el peso de tu vientre ejercerá presión sobre tus órganos y vasos sanguíneos. Utilizar una cuña de embarazo (si ya tienes una) puede ayudarte a dormir cómodamente de lado si la colocas entre las piernas.

Consejos útiles

  • Una cuña de embarazo puede ayudarte a dormir mejor.
  • Se recomiendan alimentos ricos en hierro.
  • Es bueno levantar las piernas de vez en cuando y tomar descansos al caminar.
  • Realizar ejercicios diarios para entrenar las venas te ayudará.
  • Usar zapatos planos hará que caminar te resulte más fácil.
  • Puedes empezar a comprar las primeras cosas que necesitarás para tu bebé. Mira nuestros consejos sobre cómo instalar un cambiador para bebés.

Preguntas que puedes querer hacerle a tu médico o matrona

Ejercicios para fortalecer las venas

Tu matrona puede enseñarte ejercicios diseñados específicamente para fortalecer las venas, entrenar la circulación sanguínea y prevenir la aparición de varices. Esto adquiere una importancia especial si ya hay otros miembros de tu familia que sufren de varices. Hay cremas especiales de uso tópico que te ayudarán y que puedes encontrar en tu farmacia.

Preparación al parto

Pregunta a tu matrona sobre las clases de preparación al parto.

Deberás inscribirse antes de la semana 20, y generalmente puede empezar a acudir cuando comiences tu tercer trimestre (alrededor de la semana 28). Además de averiguar lo que sucederá cuando des a luz, te darán algunos consejos útiles que te ayudarán a prepararte para este momento. A varias de estas clases podrás acudir en pareja o con un amigo cercano, para que aprendan también cómo pueden ayudarte y apoyarte antes y durante el parto.

Estabilizando la tensión arterial

Tu médico puede recomendarte distintas maneras de mantener la tensión arterial estable.

Uno de los ejercicios que puedes hacer es la bicicleta, que consiste en realizar movimientos con las piernas como si pedalearas, y lo puedes realizar antes de levantarte de la cama cada mañana, lo que favorecerá la circulación.

Información sobre el autor:

Juliane Jacke-Gerlitz es enfermera colegiada. Lleva más de diez años trabajando como asesora de maternidad y lactancia. En la actualidad trabaja como escritora médica y asesora psicológica. Juliane Jacke-Gerlitz está casada desde hace 22 años, es madre de ocho hijos y vive con su familia en Halle.