Semanas del embarazo:
Semana 30 del embarazo: Tu bebé adopta la posición fetal
En la semana 30, estás en la mitad del octavo mes de embarazo, en el tercer y último trimestre. Tu bebé es ya lo suficientemente grande como para encontrarse un poco apretado en tu útero, así que sus movimientos cambiarán.
Tamaño de tu bebé en la semana 30
Tu bebé mide ahora unos 40 cm, aproximadamente lo mismo que un apio grande. Pesa entre 1300 y 1400 gramos, por lo que casi alcanza los 1,5 kilogramos, es decir, lo mismo que un paquete y medio de harina. Se acerca al tamaño y peso que tendrá al nacer.
El desarrollo de tu bebé
Desarrollo pulmonar
Los pulmones de tu bebé ya están más o menos desarrollados.
Desarrollo del tracto digestivo
El tracto digestivo de tu bebé también está casi formado al completo. Todo que necesitará más adelante para digerir lo que consuma está en su lugar. Puede beber, tragar, digerir y procesar el líquido amniótico, y estas habilidades serán cruciales cuando esté fuera del útero y dependa de la leche materna. Sin embargo, al nacer su intestino todavía no está completamente desarrollado, por tanto su sistema digestivo en su conjunto no puede considerarse completamente maduro. Esto significa que con frecuencia sufrirán gases y dolor de estómago, especialmente hasta que tengan entre tres y cuatro meses de edad. Si bien en su mayoría son inofensivos y no tienes de qué preocuparse.
Desarrollo de grasa subcutánea y capilares
Tu bebé comienza «rellenarse» de grasa, lo que hace que su estructura corporal sea más compacta. Esas pequeñas cantidades de grasa subcutánea son las reservas que necesitará tu bebé después de nacer, con el fin de regular su temperatura corporal y sobrevivir hasta que tu leche materna (que contiene más grasas) madure y esté lista para dar el pecho.
La grasa subcutánea se encuentra justo debajo de la piel, al igual que unos pequeños vasos sanguíneos llamados capilares que también se han formado allí con el fin de suministrar a la piel de sangre y nutrientes. Como resultado, la piel de tu bebé tendrá ahora un color rosado.
Adopción de la posición fetal
La cantidad de líquido amniótico se ajusta según crece tu bebé, reduciéndose gradualmente para darle más espacio.
En esta etapa, ya no tiene suficiente sitio en el útero para que estirarse, por lo que adopta lo que se conoce como la posición fetal, encogiendo las piernas hacia su cuerpo. Volverá a esta posición incluso después de nacer, y no será hasta después de unas tres semanas cuando volverán a estirarse, ya en su cuna. Sin embargo, no es sólo la falta de espacio lo que le animará a adoptar esta posición. Durante los primeros días fuera del útero, también le ayuda a mantener su cuerpo caliente.
Por esta razón, es una práctica habitual en muchos países envolver a los recién nacidos con mantitas, o usar sacos de dormir para bebés, en lugar de ponerles varias capas de ropa, para que se sientan envueltos y algo apretados, reproduciendo así la comodidad del útero y ayudándoles a mantener el calor. Esto además tiene un efecto calmante sobre ellos y les ayuda a adaptarse a la vida fuera del útero. Si es posible, alterna entre un arnés, un cochecito, un saco de dormir para bebés, en tus brazos y en su cuna para poner a tu bebé en momentos diferentes. Comprueba que el saco de dormir para bebés esté lo suficientemente caliente en invierno y asegúrate de abrigar a tu bebé aún más si lo necesita.
Otros desarrollos
A partir de la semana 30, el lanugo que cubre a tu bebé desaparecerá gradualmente, y nacerá con una pequeña cantidad de pelusilla sobre la piel. Tras muchos años de debate, ha quedado demostrado científicamente que los bebés pueden sentir dolor en esta etapa, y también que su tendencia a utilizar la mano izquierda o derecha (que más tarde los hará zurdos o diestros) comienza a verse clara.
La última ecografía antes del parto se utilizará para determinar la posición de la placenta con absoluta certeza. Esto es importante a la hora de dar a luz. Por ejemplo, si la placenta cubre parcial o totalmente el cuello uterino (conocido como placenta previa), será inviable que el parto sea natural; se practicaría una cesárea para tu seguridad y la de tu hijo.
¿Cómo se siente la futura mamá en la semana 30?
En este momento estarás centrada en minimizar o evitar síntomas tales como el dolor de espalda o de piernas, que afectan a tantas mujeres embarazadas. Sentirás que te resulta más difícil moverte, e incluso subir las escaleras en casa puede dejarte sin aliento. Esto se debe en parte a que tu útero comprime al resto de órganos en tu vientre y pecho, entre ellos los pulmones, pero también simplemente porque estás llevando una carga aún mucho más pesada. El embarazo es como un deporte de alto nivel para el cuerpo de una mujer y también exige un rendimiento de alto nivel.
Señales y síntomas comunes
Irritación y estrías
A veces, a medida que se estira la piel, puedes sentir que tu piel se irrita. Los dermatólogos han demostrado (y la experiencia de otras madres lo confirma) que untarse crema o aceite en las áreas afectadas por el embarazo a diario es la mejor manera de minimizar esa irritación y de reducir las estrías, tanto en tamaño como en apariencia. Las estrías menores desaparecerán rápidamente después del parto, sin dejar cicatrices antiestéticas.
Sin embargo, aplicar crema sobre la piel no garantiza que las estrías no aparezcan, ya que depende del tipo de piel que tengas y de la predisposición genética.
Más vello en tu vientre
Seguro que has notado que tu cuerpo ha cambiado de muchas maneras en las últimas semanas. Tus areolas (las áreas alrededor de los pezones) pueden haberse oscurecido y es posible que haya aparecido una veta marrón, llamada línea nigra, que te corre desde el ombligo hasta el hueso púbico. Otro síntoma posible es que te aparezca vello en el abdomen, debido a las hormonas que está produciendo tu cuerpo. Se cree aquellas madres que esperan un niño tienen más probabilidades de desarrollar este vello, ya que puede ser por causa de la testosterona, la hormona sexual masculina. Otra teoría es que este vello crece porque tu vientre necesita protección adicional. No se sabe con certeza.
Preguntas que puedes querer hacerle a tu médico o matrona
Confirmar la posición de la placenta y prepararse para un posible cesárea
En tu próxima cita, el médico usará la imagen de la ecografía para determinar la posición de la placenta dentro de tu útero. Si está cubriendo parcial o totalmente tu cuello uterino (placenta previa), esto puede ser motivo de preocupación y debes mentalizarte y prepararte para dar a luz por cesárea.
A pesar de que la tecnología relacionada con las cesáreas avanzadas a pasos agigantados en las últimas décadas, todavía deben considerarse como una excepción.
Este procedimiento de 40 minutos supone extraer al bebé abriendo una incisión en el útero, para lo que se administra anestesia. El anestésico elegido no afectará ni dañará a tu bebé.
Si tienes placenta previa y te aconsejan realizar una cesárea, asegúrate de hacer todas las preguntas que desees y de obtener toda la información que necesites.