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Semanas del embarazo:

Semana 23 del embarazo: Por qué el tamaño y el peso de tu bebé son solamente valores aproximados

Tamaño de tu bebé en la semana 23

Tu bebé mide entre 28 y 30 cm, desde la parte superior de su cráneo hasta los talones, aproximadamente el tamaño de una col de Saboya.

Puede que no sea posible medir la longitud completa del feto debido a su posición y actividad. Si es el caso, se puede utilizar también la longitud del fémur, que es el hueso más largo en el esqueleto humano. Para determinar el tamaño de tu bebé, tu médico usará una fórmula que implica multiplicar la longitud de fémur por 7. Esta medición, junto con la circunferencia de la cabeza, el diámetro biparietal y la circunferencia abdominal, dará como resultado una estimación del tamaño total de tu bebé.

Todavía no se puede medir al bebé con una cinta métrica o regla, por lo que estos valores son aproximados y pueden estar por debajo de la media. Se pueden cometer errores en las medidas, especialmente si tu bebé es muy activo y no para de moverse. Además cada bebé es único, por supuesto, gracias al material genético de los padres y de la familia.  

Su peso (alrededor de 450 gramos en la semana 23) debería considerarse también un valor aproximado. Crecerán más y subirán de peso en diferentes momentos. Su cuerpo no puede hacer ambas cosas a la vez, por eso puede parecer como que hay “pausas” cortas en estos dos desarrollos. Así que no te preocupes si por momentos parece que no está ni creciendo ni subiendo de peso

El desarrollo de tu bebé

En la semana 23, tu bebé desarrolla un órgano crucial para producir hormonas y controlar la metabolización del azúcar: el páncreas. Situado detrás del estómago, es más bien una glándula. De hecho es la glándula más grande del cuerpo humano, ya que mide entre 15 y 20 cm de largo.  Contiene lo que se conoce como los islotes de Langerhans, que producen la insulina. Es una hormona crucial que tu bebé necesita para descomponer el azúcar y regular el nivel de glucosa en su sangre.

Todavía hay mucho espacio en el útero para que tu bebé se mueva, y lo aprovechará al máximo para entrenar sus músculos, tendones y articulaciones y perfeccionar sus sentidos. Si notas tanto movimiento en la tripa que piensas que podrías estar esperando gemelos, es probablemente porque tu bebé se está moviendo de un lado para otro del útero con mucha rapidez. Esto ocurrirá cada vez menos en las próximas semanas, ya que cada vez tendrá menos espacio para estos “viajes”.

Dentro del útero, la cavidad amniótica contiene medio litro de líquido. Este líquido se cambia a menudo a través de la placenta, y el volumen aumentará a medida que el embarazo avanza. Cada día tu bebé bebe unos 400 mililitros de líquido amniótico, lo que ayuda a entrenar su sistema digestivo.

A partir de ahora, cada semana aumentan las posibilidades de supervivencia de tu bebé en caso de parto prematuro. La medicina moderna y la tecnología permiten que los bebés prematuros reciban todo lo que necesitan y también recrear el entorno del útero.

Sin embargo, un parto prematuro sigue siendo una experiencia muy difícil tanto para la madre como para el bebé. Las citas que tienes con tu ginecólogo ayudarán a reducir ese riesgo.

¿Cómo se siente la futura mamá en la semana 23?

Cada vez que te subas a la báscula, se confirmará que estás cogiendo peso. En la semana 23 cogerás entre 250 y 300 gramos. Puede que cojas algo más de peso, pero no pasa absolutamente nada.

Si lo deseas, puedes comprobar tu peso con nuestra calculadora de peso para el embarazo y asegurarte de que todo está dentro de los rangos recomendados.

Es posible que notes que te cansas rápidamente y que no tienes energía. Esto se debe a que tu cuerpo está trabajando muy duro para asegurar que tu bebé se desarrolla de una manera saludable.  A partir de la semana 23, deberías evitar llevar a cabo actividades agotadoras, paseos largos o hacer senderismo. Puede que todavía te sientas en forma y, si es así, no hay razón para dejar de hacer estas actividades, aunque es aconsejable que reduzcas la intensidad.

Señales y síntomas comunes

Aumento de la necesidad de orinar 

No podrás ir muy lejos o dejar que pase mucho tiempo sin ir al baño, ya que tendrás que orinar más a menudo. La razón es que tu vientre ejercerá presión sobre la vejiga, que como resultado se hace más pequeña. Sin embargo, esto no es una razón para beber menos.  Asegúrate de mantener la ingesta de líquidos, ya que tu cuerpo lo necesita durante el embarazo.

Sentirte cansada y débil

Si a menudo te sientes cansada y débil aunque no hayas hecho demasiado ejercicio, puede ser que tu cuerpo no tenga suficiente hierro. Alrededor del 20 % de las mujeres embarazadas experimentan esto en la semana 23.

Si te sientes débil, tu piel se vuelve más pálida, e incluso descansando bien no te sientes con energía y revitalizada, quizás deberías tomar un suplemento especial para aumentar los niveles de hierro y asegurarte de que tu bebé sigue recibiendo el oxígeno que necesita.

Más información sobre el hierro y sobre alimentos ricos en hierro. 

 La tensión arterial también puede ser la razón por la que te resulta difícil ponerte en marcha o por lo que te sientes débil. Muchas mujeres embarazadas presentan tensión arterial baja especialmente durante las semanas intermedias del embarazo, ya que el sistema circulatorio intenta manejar el aumento de flujo sanguíneo y suministrar sangre y nutrientes a la placenta. Tu médico o matrona te tomará la tensión arterial con regularidad y te dirá cómo aumentarla si es demasiado baja.

Consejos útiles

  • Hazte con una faja de embarazo si puedes, así tendrás más sujeción para tu tripa.
  • Consigue más información sobre pañales y técnicas para cambiar pañales.
  • Los libros de colorear para adultos o mandalas son una buena manera de relajarte y quitarte cosas de la cabeza.
  • Pregúntale a tu matrona sobre los distintos dispositivos de lactancia y sobre libros que puedas leer sobre la lactancia.
  • Cuando tengas antojo de algo dulce, intenta más bien comer frutas y verduras.

Preguntas que puedes querer hacerle a tu médico o matrona

Dar el pecho es lo mejor para tu bebé

Ahora es un buen momento para preguntarle a la matrona cómo dar el pecho. Es esencialmente una cuestión de oferta y demanda. Tu hijo establecerá el patrón de lactancia y tu cuerpo se adapta a él. Durante los primeros días y semanas después del parto, es crucial que tú y tu bebé creéis un vínculo para establecer una buena dinámica para dar el pecho.

Entender cómo funciona la lactancia (y aprender de otras madres) te ayudará a sobrellevar cualquier problema o crisis que pueda ocurrir al principio.

Tu matrona te puede decir qué necesitas comprar y qué puedes pedir prestado si llegaras a necesitarlo.

Niveles bajos de hierro o tensión arterial baja

Si te sientes cansada y débil todo el tiempo y esto está afectando a tu vida cotidiana, entonces pídele a tu médico que revise tus niveles de hierro y tu tensión arterial. Después de todo, si no te sientes bien, tampoco se sentirá bien tu bebé.

Información sobre el autor:

Juliane Jacke-Gerlitz es enfermera colegiada. Lleva más de diez años trabajando como asesora de maternidad y lactancia. En la actualidad trabaja como escritora médica y asesora psicológica. Juliane Jacke-Gerlitz está casada desde hace 22 años, es madre de ocho hijos y vive con su familia en Halle.