Semanas del embarazo:
Semana 39 del embarazo: Podría suceder en cualquier momento
La semana 39 consiste en parar, descansar y esperar. La mayoría de los bebés nacen en esta semana. Ahora estás en la tercera semana del décimo mes de embarazo; un embarazo que terminará muy pronto.
Tamaño de tu bebé en la semana 39
Tu bebé mide ahora unos 50 cm de largo, tan grande como una sandía, y pesa aproximadamente 3250 gramos. De media, un bebé recién nacido pesa entre 3200 y 3500 gramos, y miden 50-52 cm de largo. Que sea más largo/más corto o más pesado/más ligero depende principalmente de su composición genética y del momento en el que nacen.
El desarrollo de tu bebé
Tu bebé ha aumentado sus reservas de grasa para poder sobrevivir a los primeros días fuera del útero y por ello tendrá un aspecto rollizo cuando nazca. Estará hecho una bola, en posición fetal, listo para aventurarse en el mundo.
Los bebés que permanecen en el útero algo más de tiempo continúan cogiendo peso y creciendo un poco más, aunque no al mismo ritmo de las últimas semanas.
Sus órganos internos están completamente desarrollados, y cada órgano y sistema individual funciona hasta tal punto que el bebé recibiría todo lo que necesita para sobrevivir después de nacer, incluidos todos los procesos metabólicos, que descomponen los alimentos que ingieren para que su pequeño cuerpo pueda utilizarlos.
La gran incógnita sobre el aspecto físico de tu bebé no puede despejarse hasta que nazca, pero una cosa que todos los recién nacidos tienen en común es que se parecen mucho a su padre. Esta semejanza es un proceso natural que tiene como fin ayudar a que tu pareja forme un vínculo emocional con tu hijo y se anime a cuidarlo tanto como sea posible. Pasarán unos meses hasta que tu bebé desarrolle su apariencia física final, que combinará aspectos de la de ambos padres. Así que durante esta temprana etapa de su vida, tu hijo a veces se parecerá más a ti y a veces más a su padre.
Los ojos de tu bebé no adoptarán su color final hasta que tengan unos 12-18 meses de edad. Esto se debe a que los pigmentos todavía se están formando, por lo que sus ojos al principio tendrán un tono indefinido: a veces pueden ser verdes, otras veces un poco más azulados o grisáceos.
Las contracciones irregulares que quizás notes moverán a tu bebé cada vez más hacia la parte inferior de tu pelvis.
A medida que se acerca el fin del embarazo, la cantidad de líquido amniótico en el útero va disminuyendo, y lo poco que quede al final se expulsará, junto con tu bebé, cuando des a luz.
¿Cómo se siente la futura mamá en la semana 39?
A estas alturas, el embarazo supone una verdadera carga para muchas mujeres, y solo desean dar a luz lo antes posible. Esto es algo bueno, y en realidad es útil porque gradualmente elimina los temores que puedas tener acerca de dar a luz.
En la semana 39, tu bebé puede estar muy activo o muy tranquilo. Esto es muy variable, incluso durante el nacimiento algunos bebés se mueven mucho mientras otros parecen estar durmiendo. Aun así, deberías ser capaz de sentir a tu bebé de vez en cuando.
Señales y síntomas comunes
Síntomas de resfriado
A medida que tu cuerpo pone más energía en prepararse para el nacimiento, tu sistema inmunitario se debilita ligeramente y podrías notar algún síntoma menor de un resfriado. No te preocupes, no te impedirá dar a luz y no afectará a tu hijo, ya que su propio sistema inmunitario está funcionando.
Cómo saber si estás a punto de dar a luz
Estarás todo el tiempo muy pendiente de cualquier señal que pueda darte tu cuerpo, y es probable que interpretes cualquier cosa que suceda como una señal de que estás a punto de dar a luz, por ejemplo algún tirón en el abdomen, dolores de cabeza, secreción o náuseas. Son síntomas comunes y contracciones preliminares, y aunque puedan hacer que pienses que ha llegado el momento, no te dejes engañar. Sólo ciertos síntomas, como una sensación de náuseas mezclada con diarrea o dolores de estómago fuertes, son signos reales de que tu bebé está a punto de nacer.
Hormigueo en las piernas
A veces podrías sentir hormigueo en las piernas, literalmente como si tuvieras hormigas corriendo por todas partes. Esto se debe al peso de tu bebé y tu útero, que ejercen presión sobre los nervios de la pelvis y afecta a su funcionamiento. Estos envían información falsa al cerebro, causando esa sensación fantasma. En esta etapa avanzada del embarazo, este síntoma es completamente normal y no requiere tratamiento: tan pronto como des a luz, desaparecerá y ya no sentirás hormigueo, puesto que tus nervios comienzan a funcionar con normalidad.
Preguntas que puedes querer hacerle a tu médico o matrona
Desencadenantes del parto
Tu matrona estará disponible en todo momento para aclararte cualquier duda que puedas tener, y es probable que te visite con regularidad a medida que se acerca la fecha en la que sales de cuentas. Incluso sin ecografías, ella sabrá lo que está pasando en tu vientre y aproximadamente cuánto tiempo te queda para dar a luz.
Si experimentas contracciones irregulares con frecuencia, pero no son reales, ella te dará consejo sobre cómo desencadenar el parto real.
El sexo con tu pareja es una forma de poner la máquina a funcionar. El semen de un hombre contiene prostaglandinas, que ablandan el cuello uterino y pueden contribuir a la dilatación, de modo que puede funcionar a las mil maravillas en muchos casos (¡además de ser divertido!).
Otra técnica igualmente efectiva (y en cierto modo relacionada también con el sexo) es estimular los pezones. Tu cuerpo produce oxitocina cuando acaricias tus pezones, lo que también puede ayudar a desencadenar el parto.
Sin embargo, no pienses que tienes que hacerlo obligatoriamente. ¡Hazlo solo si lo deseas! Tu bebé saldrá cuando esté listo.