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Semanas del embarazo:

Semana 22 del embarazo: Tu bebé tiene la mitad del tamaño que tendrá al nacer

Tamaño de tu bebé en la semana 22

Tu bebé mide ahora alrededor de 28 cm (aproximadamente como una mazorca maíz), la mitad del tamaño que tendrá al nacer. Pesa casi medio kilo, entre 430 y 475 gramos, pero este peso no es la razón principal de tu propio aumento de peso. Para cuando nazca, habrás cogido mucho más peso, lo que será crucial para que sobreviva y crezca fuera del útero

El desarrollo de tu bebé

Para la semana 22, tu bebé ya se asemeja a la apariencia que tendrá cuando nazca, aunque mucho más pequeño y delgado. Las capas de piel están prácticamente desarrolladas. Su piel está muy arrugada en este momento, debido a la ausencia de grasa subcutánea, no obstante, dicha grasa aparecerá en las próximas semanas a medida que tu bebé vaya cogiendo más peso y esas arrugas desaparecerán. 

El vello corporal de tu bebé también ha crecido, y el cabello, las pestañas y las cejas ya tienen la apariencia que tendrán al nacer, salvo por el hecho de que su cabello es blanco y suave, porque la pigmentación que da color al cabello y a la piel aún no se ha desarrollado.

Sus primeros dientes de leche están empezando a desarrollarse en el puente alveolar, justo debajo de sus encías. Empezarán a salir cuando tenga entre 6 y 9 meses de edad. 

Las extremidades de tu bebé (sus brazos y piernas) ya están en proporción con el resto de su cuerpo y, a partir de la semana 22, su aumento de peso comenzará a superar a su crecimiento en longitud.

La cantidad de tejido graso en su cuerpo aumenta muy rápidamente, lo que desempeñará un papel clave al permitirles regular su temperatura corporal una vez que nazcan. Es un proceso complicado, pero en esencia convierten la grasa en energía, lo que produce calor.  

Tu bebé también está absorbiendo anticuerpos importantes de tu torrente sanguíneo para construir su sistema inmunitario, lo que les ayudará a combatir las infecciones y crecer sanos una vez que nazcan. Esto significa que coger una infección menor, como un resfriado, pueden resultar algo incluso beneficioso durante el embarazo, ya que los anticuerpos que se producen también refuerzan el sistema inmunitario de tu bebé.

¿Cómo se siente la futura mamá en la semana 22?

A estas alturas, casi con toda seguridad, podrás sentir a tu bebé moviéndose: por ejemplo cuando tenga hipo, lo sentirás como una especie de espasmo rítmico.

Otras personas también podrán sentir sus movimientos poniendo la mano sobre tu vientre, lo que puede ser particularmente emocionante para el futuro padre, ya que ahora puede “sentir” a su hijo por primera vez. A veces casi no sentirás al bebé, y otras veces puede que no lo sientas en absoluto, pero esto no es nada de lo que preocuparse. Debes aprovechar el tiempo que no se mueve. Tu bebé está a punto de sufrir un enorme impulso en su crecimiento, y eso hará que las cosas sean notablemente diferentes.

Sin duda habrás notado que has cogido más peso. Esto es normal, y todavía cogerás más en los siguientes meses. Echa un vistazo a nuestra calculadora de peso para el embarazo para ver si tu aumento de peso está dentro del rango recomendado. Esos kilos extra se distribuyen entre el vientre, las caderas, los senos y las nalgas, donde se acumulan las reservas de grasa de las mujeres embarazadas. 

Tu médico y tu matrona monitorizarán regularmente tu aumento de peso, ya que es una indicación clave de que el embarazo está progresando adecuadamente y que su hijo se está desarrollando como debería. No te preocupes por tener un kilo más o menos, simplemente disfruta de estar embarazada.

Señales y síntomas comunes

Tu cuerpo trabaja duro para prepararse para el postparto, cuando tendrás que alimentar a tu bebé. El signo más claro de esto lo notarás en los senos, que ahora son más grandes que hace unas semanas y los sentirás diferentes. Es muy probable que los sientas doloridos y con la piel un poco tirante. Utiliza una crema especialmente formulada para las necesidades de la piel dañada durante y después del embarazo.

Tus senos se preparan para alimentar a tu bebé 

Tus senos desarrollan ahora características específicas para la lactancia materna. Pequeñas protuberancias llamadas glándulas de Montgomery se forman en tus areolas (las áreas alrededor de los pezones) para limpiar y lubricar tus pezones mientras estás dando el pecho. La lactancia materna es una tarea agotadora, y las glándulas de Montgomery producen una sustancia líquida grasa que calma el tejido del pezón circundante, lo hace flexible y ayuda a prevenir las llagas. Si notas que la areola supura esta sustancia, simplemente puedes esparcirla sobre los pezones con los dedos, aunque a menudo no notarás que está sucediendo. La madre naturaleza lo hace por ti. 

Dolor y venas azules visibles en los senos 

El aumento del flujo sanguíneo en los tejidos de las glándulas mamarias puede dar lugar a que las venas se vean por debajo de la piel o incluso sobresalgan claramente. Sin embargo, no es nada de lo que preocuparse, es un recordatorio de que necesitas cuidar tus senos. Si experimentas dolor, masajearlos con un movimiento circular suave te ayudará (el aceite de lavanda es la mejor opción, ya que alivia el dolor y hace que la piel tensa se vuelva más flexible). Tus sujetadores deben proporcionar un buen soporte, y los  tirantes no se te deberían clavar en los hombros. Si lo deseas, puedes empezar a usar un sujetador de lactancia ahora y/o almohadillas de refrigeración especialmente diseñadas para reducir el dolor en los senos. Además podrás seguir poniéndotelos cuando estés dando el pecho.

El consejo de la matrona

«Existen varios remedios caseros, como el del queso fresco batido, que contiene aceites esenciales que pueden ayudarte cuando estás dando el pecho. Asegúrate de extender este tipo de remedios solamente sobre tus senos y no sobre tus pezones». Dorothee Kutz, matrona

Consejos útiles

  • Utiliza productos para el cuidado de la piel para mantenerla suave y flexible.
  • Comienza a buscar pediatras en tu localidad.
  • Lleva sujetadores cómodos y que transpiren (quizás te gustaría empezar a usar un sujetador de lactancia ahora).
  • Lleva ropa cómoda que le dé a tu vientre suficiente libertad.

Preguntas que puedes querer hacerle a tu médico o matrona

Elegir los pañales correctos 

Después de dar a luz, necesitarás comprar pañales para tu bebé, quién hará uso de ellos durante unos dos años. Existen multitud de tipos de pañales y sistemas de cambio pañales disponibles para que los padres los compren, y puedes elegir entre pañales de tela, pañales desechables o una combinación de ambos. Si eliges pañales desechables, asegúrate de que son suaves y cuidan la piel de tu bebé. Tu matrona te puede dar consejos útiles sobre pañales y sobre el cambio de pañales, y nuestra guía también te informa de todo lo que necesitas saber.

Consejos útiles: Si estás pensando en comprar pañales ahora, bastará con uno o dos paquetes. No se sabe lo grande y pesado que será tu bebé, ¡y es posible que tengas que comprar un tamaño más grande antes de lo que crees!

Si aún no lo has hecho, empieza a pensar dónde quieres dar a luz

Normalmente tendrás la opción de elegir dónde quieres dar a luz. Quizás puedas pasar la noche en el hospital después de dar a luz, o puede que desees irte a casa lo antes posible (tu decisión puede depender de si el hospital tiene una unidad de neonatología). Por supuesto, quizás deseas evitar el hospital y dar a luz en tu propia casa acompañada de una matrona independiente con experiencia. 

Habla con tu médico o matrona sobre los pros y los contras de cada opción. También es una buena idea hablar con otras madres sobre qué hicieron y cuál fue su experiencia.

Información sobre el autor:

Juliane Jacke-Gerlitz es enfermera colegiada. Lleva más de diez años trabajando como asesora de maternidad y lactancia. En la actualidad trabaja como escritora médica y asesora psicológica. Juliane Jacke-Gerlitz está casada desde hace 22 años, es madre de ocho hijos y vive con su familia en Halle.